Cuando observas a esos pobres animales de brillante pelaje como un espantoso colgajo, derramando su sangre a borbotones, de forma innecesaria, solo para brindar una dosis de satisfacción sensorial a una lengua inconsciente, que jamás ha meditado en el hondo significado de la palabra empatía, cuando observas todo eso, ¿cuál es tu reacción? Es muy importante que descubras por ti mismo cuál es tu reacción. Te diré cuál fue la mía.Estos indefensos seres no solo deben atravesar esta horripilante agonía para cruzar el umbral de la muerte sino que el solo hecho de nacer es para ellos un gran infortunio, desde el primer momento en que ellos abren sus tiernos ojos comienzan a vivenciar lo que es sin duda la más siniestra de las pesadillas. El tétrico trance que deben pasar esta marcado por el profundo dolor infringido por seres de lo mas grotescos y burdos, serviles mostrencos insensibles capaces de realizar la acciones más aberrantes y perversas, ellos se encuentran desprovistos de toda capacidad crítica y actúan sin pensar en realidad son unos salvajes peleles descerebrados al servicio de sus sórdidos intereses corruptos en su totalidad.Estos rastreros lameculos someten a los inocentes animales, a las más indignas condiciones de existencia separándolos de sus familias, hacinándolos en espacios antihigiénicos abrumadoramente minúsculos, son sometidos a horrorosas mutilaciones. De este modo no conocen lo que significa ser amado o cuidado, ni saben de la belleza de la tierra y el cielo.¿Qué clase de sociedad es la que ha engendrado todo esto? Una sociedad fragmentada donde hay personas inmensamente poderosas que abusan de aquellos más vulnerables, donde todos queremos disfrutar a cualquier costo sin importar si este precio es el suplicio de algún otro inocente a quien nosotros consideremos que esta fuera de nuestro limitado círculo de bienquerientes.Este sistema de vida está fundamentado en nuestros temores y deseos más arraigados de nuestros corazones ya que para sentirnos seguros o protegidos y buscar nuestro beneficio personal somos capaces de ultrajar a quien se nos cruce en el camino y esto se aprecia desde la típica pelea entre vecinos hasta las más grande de las guerras entre naciones todo para defendernos a nosotros y a nuestras posesiones que nos brindan el estatus que nuestros inflados egos requieren para ubicarse en un estado de satisfacción, prosperidad y progreso. Para asegurarnos de esta manera es que creamos un patrón social una pauta que luego crea a los políticos con sus casas especiales en el campo, los privilegios, los uniformes, y así sucesivamente.¿Es posible crear una sociedad en la que no existan toda esta corrupción y esta desdicha? Podrá crearse sólo cuando tú y yo, como individuos, rompamos con lo colectivo, cuando estemos libres de ambición y sepamos qué significa amar. Ésa fue, en un destello, toda mi reacción.Fuerza a todos los revolucionarios, insurrectos por excelencia, que se han pronunciado contra el voraz egoísmo humano con las armas del amor y la abnegación.Un saludo fraternal de corazón Yusmasu priye E.F.
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