"La mayoría de las personas dejaría pronto de comer carne si visitaran un matadero".
Por Damjan Likar*
La historia de vida de Peter Razpet - Petko de Kamnik es tan interesante, que difícilmente pudiera ser escrita por los mejores productores cinematográficos del mundo. Después de 25 años de derramar sangre en el matadero, cierto día experimentó un intenso cambio espiritual que le hizo soltar para siempre su cuchillo carnicero. Desde entonces él ni siquiera ha pensado en quitarle el soplo de vida a una pequeña mosca. Hoy en día, después de casi cinco años de vivir una nueva vida, él está contento, porque ha encontrado el amor de Dios. Pero él no lamenta el camino que tuvo que recorrer. Petko dice: ''Todas las cosas que parecen negativas a nosotros, tienen su lado positivo desde una perspectiva espiritual más amplia. Todo hombre tiene que experimentar la oscuridad antes de encontrar la luz y el amor''.
¿Cómo recuerda su niñez y juventud?
Desde muy pequeño que me he sentido increíblemente cercano a los animales. Solía traer cachorros a la casa, con sólo un día de vida, cuando eran rechazados por otras personas. Me gustaban los conejos, palomas y ardillas. En la escuela no me fue muy bien porque yo sentía que no necesitaba tal educación. De manera que para cuando estaba en sexto grado ya había solicitado un empleo en una compañía local. En ese tiempo nosotros teníamos un toro. Mi padre una vez le pegó. A causa de esto el toro empezó a odiarlo, y mi padre ya no se atrevió a estar cerca suyo. Yo hablaba mucho con el toro y lo acariciaba. Pero cada vez que mi padre entraba en el establo, el animal empezaba a alterarse y humear, por lo cual finalmente decidió venderlo. Así es como nosotros lo llevamos al mercado ganadero en Cerkno. Los carniceros de Idrija lo compraron, pero no podían conseguir que él subiera en su camión. Él me obedeció sólo a mí. Sin embargo, yo todavía puedo ver las lágrimas en sus ojos, cuando lo até al camión y le dije adiós. Cuando los carniceros vieron cómo el toro me
siguió sin ningún tipo de resistencia, ellos me ofrecieron un trabajo en el matadero. Realmente no sé por qué acepté su oferta. La semana siguiente empecé a trabajar ahí. Yo nunca me olvidaré de mi primer día en el matadero. Le cortaron las cabezas a veinte vacas aún plenamente concientes delante de mí. Tenía ganas de vomitar y no podía concebirme haciendo lo mismo. Una joven de la limpieza notó mi aversión y dijo: ''Esto no es nada, muchacho. Si yo puedo matar a un animal siendo una mujer, será mucho más fácil para ti que eres un hombre. '' Entonces ella tomó un hacha y le pegó a una vaca viva con él. Algo se rompió dentro de mí y me dije: '' Bien, así será entonces, seré un carnicero''.
¿Cómo explicarías tu decisión de trabajar de carnicero?
Estoy seguro de que no hay coincidencias en la vida. Obviamente era necesario que yo cruzara ese camino tan sangriento. El toro con las lágrimas en sus ojos seguro que quiso advertirme, pero yo simplemente no entendí el mensaje en ese momento. Como adolescente, yo no fui capaz de entender que Dios creó a las personas, los animales y las plantas en este mundo para aprender unos de otros. Y yo realmente aún no alcanzo a entender por qué maté tantos animales, a los cuales me siento tan cercano, durante tantos años. Sin embargo, me parece que es un error aún más grave, cuando se está conciente de que lo hecho es incorrecto. En este caso la ley espiritual de sembrar y cosechar es aún más inexorable. Yo realmente no era consciente en ese momento, de que matar animales fuera algo malo.
¿Lamenta su decisión?
No, para nada. Todas las cosas que parecen negativas a nosotros, tienen su lado positivo desde una perspectiva espiritual más amplia. Todo hombre tiene que experimentar la oscuridad, antes de encontrar la luz y el amor. Por consiguiente, nosotros no debemos juzgar a nadie. Mi opinión es que Jesús y Hitler tenían un papel similar. Jesús quiso enseñarnos cómo amar, perdonar y ser amables.
Estoy seguro de que Hitler, en el otro extremo, quiso enseñarnos algo que nosotros no debemos hacer. En mis días más jóvenes yo causé muchos problemas, ante lo cual mi padre a menudo me dio sus buenas zurras al más puro estilo granjero. Yo no podía entender por qué le quería tanto aunque él de vez en cuando me pegara. Sólo una vez que tuve mis propios hijos y en cierta ocasión quise zurrar a mi hija, recordé al instante, cómo los golpes de mi padre me hirieron. Entonces me sentí agradecido de él, porque comprendí lo que había intentado enseñarme: ¡No le pegues a quien amas!
Cada hombre se da cuenta por qué le envían a este mundo y empieza a vivir una vida completamente diferente. Cuando yo era un carnicero, simplemente no noté las bellezas y maravillas de la naturaleza, Dios y todo el universo.
¿Pero usted debe haber matado todos esos años de muy mala gana?
Yo pienso, que los faenadores de mala gana son en su mayoría carniceros que han sido forzados a este oficio por sus padres. Cada hombre tiene libre albedrío, y yo no veo, cómo algunos padres pueden obligarles a sus niños a que hagan ciertos trabajos. Aunque mi padre fue el carnicero del pueblo toda su vida, nunca expresó deseos de que yo hiciera su mismo trabajo. Creo que siempre me conciliaba con los animales antes de matarlos. No maté desde el odio. Mi padre y yo matábamos los cerdos en el pueblo y los "días de muerte" con carne de cerdo y salchichas siempre eran un tipo de fiesta para los vecinos. Pero yo repito, en ese momento nunca pensé en un cerdo como una víctima de nuestra entretención y juerga. Al contrario, era la muerte del cerdo la que nos unía. Yo podría estar de acuerdo con las personas del pueblo más viejas que una vez exclamaron: No importa cuán malas sean sus relaciones, en nacimiento o muerte siempre se reúnen.
¿Cómo luce un matadero?
Le diré esto: La Sociedad Eslovena por los Derechos Animales debiera organizar visitas a los mataderos, así muchas personas podrían ver cómo la carne llega a sus platos. Estoy seguro de que la mayoría de ellos dejaría de comer pronto la carne. La mayoría de los consumidores de carne se resistirían llenos de aversión si les dijeran que sus cachorros van a ser faenados. Pero a la mayoría de ellos les da igual lo que sucede detrás de las paredes de los mataderos. Hay cosas peores sin embargo. Hace unos años viajé mucho al interior de Bosnia y me encontré con algunas personas vinculadas a la guerra de finales del siglo anterior. Ellos me dijeron que el lugar donde habían aprendido a matar personas era nada menos que los mataderos. Pero en los mataderos yo nunca vi que les cortaran las barrigas a las vacas preñadas, como ellos le hicieron a las mujeres embarazadas. Esas personas oraban a Dios mientras les cortaban los cuellos a las personas. Yo no paraba de preguntarme: qué tipo de Dios permite matarse a hermanos y hermanas que él hizo a su imagen y
semejanza. Dios le dio libre albedrío al hombre y no interfiere. Por consiguiente, el error humano más grande es que las personas creyentes en Dios, no importa el nombre que le den, se pongan del lado de aquéllos que matan todo lo que él ha creado con amor. Cuando usted oye tales cosas, al instante recuerda las palabras de Leonardo da Vinci, quien dijo que había sólo un pequeño paso desde matar un animal a matar a un hombre.
¿Cómo se comportan los animales antes de su cruel muerte?
Gracias a Dios yo no estaba consciente de esto en ese momento. Hoy en día, siempre que pienso en lo que he atravesado, recuerdo muchas cosas. Cómo los animales se me resistieron, tal cual nuestro toro se había resistido a esos carniceros cuando no quiso subir al camión. Yo podría escribir un libro de recuerdos. Recuerdo las lágrimas en los ojos de los terneros que había matado. Pero le digo una vez más, gracias a Dios, no siempre estuve conciente, tengamos eso claro. Yo estoy seguro de una cosa: si hoy en día le preguntara a una vaca o a un toro si me permite matarlo, él me daría algún tipo de señal de que no debo hacerlo. Matar o tomar la vida de alguien para aplacar el hambre o la sed no es un pecado, pero es un error que tendrá que ser rectificado por los individuos así como por la humanidad. Yo tengo suerte, ya no tengo que cometer los mismos errores de nuevo.
El famoso psicoterapeuta Borut Poga dijo que muchos carniceros tenían problemas con el
alcohol. ¿Es verdad?
En la casa de la matanza en Idrija era un hábito: Si un granjero no llevaba dos litros de vino o un coñac doméstico a los carniceros, tenía que esperar un poco más a que faenaran su toro. Muchos carniceros cayeron en el alcoholismo de esta manera. Mi padre era un carnicero del pueblo y siempre llegaba a casa un poco borracho. Yo pienso que él intentó hacer su trabajo más fácil con el alcohol. Personalmente yo nunca dependí del licor y no atribuyo mis acciones a la bebida, más allá de mi destino el alcohol no sería ninguna excusa para ello.
Yo leí en una revista alemana que algunos carniceros incluso se beben la sangre de los toros y
se comen los estambres de toro crudo como un símbolo de masculinidad. ¿Es esto verdadero
también?
Absolutamente cierto. Yo nunca los probé, pero observé a los carniceros viejos beber sangre con mis propios ojos. Ellos creían que les daba fuerza y poder.
¿Qué hacen los carniceros con los desperdicios de su matanza?
Solíamos echar todo el desperdicio de la matanza, cuernos, intestinos, ojos y huesos en un agujero especial. Hoy en día todo eso se usa para producir nuevos alimentos, lo cual es un gran desastre. Esto causa muchas enfermedades terribles. Además de eso, ellos agregan muchos químicos a la carne para conservar su durabilidad. Algunos de esos químicos causan cáncer. Algunos pedazos de carne que debieran descartarse son reutilizados para producir salchichones o vienesas.
¿Qué pasó? ¿Qué le hizo dejar el trabajo de carnicero?
Hace cuatro años, una amiga me sugirió que visitara a una vidente en Zasavje, ya que tenía mucha curiosidad respecto a si podría visualizar ciertas cosas de mi vida. Yo accedí simplemente por diversión. Le presenté a mi amiga como mi esposa, pero la vidente dijo que no era verdad ya que mi esposa tenía el pelo negro y además agregó que teníamos dos niños. Sentí que ella podría saber algo ya que todo lo que había dicho sobre mí era verdad. Entonces ella tiró las cartas sobre la mesa y descubrió que yo conocía a muchas personas pero que el trabajo que estaba haciendo era completamente equivocado. Me despedí diciéndole que sus palabras eran un sinsentido. En esos momentos yo estaba muy ocupado comprando un matadero. Tenía mucho dinero y estaba bastante seguro de mi éxito, por lo que sus palabras no cobraron ningún sentido para mí. A mi partida ella me aseguró que la volvería a visitar y agregó que en el futuro cercano yo me cortaría y que tendría un accidente automovilístico. Lo que yo pensé en ese momento es que ella no sabía de lo que estaba hablando. Pero en el camino a casa alguien me chocó y sólo tres días después yo me corté. Así es que decidí regresar a la vidente para que me dijera más sobre mi futuro. Ella predijo que, si continuaba con mi trabajo, fracasaría completamente en tres años, que tendría problemas con la policía y los jueces, y que además muchas personas empezarían a odiarme. Yo me negué a creerle, porque estaba seguro de que abrir mi propio matadero sería una inversión excelente. Ya tenía el edificio, el plan comercial estaba completo y la documentación estaba lista.
¿Qué pasó entonces?
Los problemas en mi negocio comenzaron muy pronto. Muchos socios comerciales no me pagaron, por lo cual pronto me encontré lleno de deudas. Además, la gente de mi propio hogar comenzó a darme la espalda. Sumido en el dolor tomé refugio en la oración a Dios. Entonces empecé a visitar a Brezje regularmente. Una vez, sumido en la más absoluta desesperación, oré a María Madre de Dios y le pedí que me diera el poder del perdón. En retorno oí una voz clara: ¡No mates! Yo pensé que se refería tan sólo a las personas, ya que yo tenía muchos deudores a quienes a veces les dije en la
desesperación que los mataría si ellos no me pagaban mi dinero. ¡Pero a mi regreso de ver a Brezje, en el túnel antes de Kranj, sentí que también se había referido a los animales! Pronto noté una mancha húmeda en mis pantalones y comprendí que era de mis lágrimas. Cuando llegué a mi hogar le dije a mi esposa que no mataría más a los animales y que a partir de entonces no volvería a comer carne. Ella respondió que yo no estaba bien, que definitivamente había algo malo en mí. Sin
embargo, desde ese momento que he sido fiel a mi promesa. Pocos días después, a final de año, estuve en una fiesta de cumpleaños con mis amigos. Yo era el único que no comía carne, ignoraba sus comentarios, qué tipo de un carnicero era yo que ni siquiera comía carne.
¿Cómo dejó de matar animales?
Antes de mi cambio espiritual le había prometido a mi tía que faenaría su cerdo inmediatamente después de año nuevo. Yo estaba complicado, no sabía qué hacer, porque me gusta guardar mis promesas. Decidí ir con mi tía y recostarme en su casa, alegando que tenía una fiebre muy alta. Cuando llegué a su puerta, el milagro más grande en mi vida sucedió. Antes de que intentara decirle que estaba enfermo, ella dijo: '' Desafortunadamente no vamos a poder matarlo, porque me ha dado
fiebre." ¡Increíble! Fue el día más afortunado de mi vida. Desde ese día en adelante yo ni siquier a pensaría en matar a un animal, no importa cuánto dinero se me ofrezca.
¿Qué sucedió con usted en los días siguientes?
Cuando quise llegar al fondo de la materia, me puse a resolver problemas con ciertas personas e incluso con la iglesia y en cierto modo con algunos políticos, temas que no son entendibles el día de hoy. Los últimos me enviaron a un hospital psiquiátrico debido a mis acciones. Bajo la influencia de los sedantes comencé a orarle a María para que me salvara de toda esa pesadilla y me ayudara, porque las personas no entendían mi nueva manera de ser. Tengo claro que muchas personas no entendieron mis argumentos en ese entonces, por eso es que justo después de mi hospitalización me dirigí con el padre Leopold de Brezje, quien es iniciado en los milagros de María. En una conversación que duró más de una hora yo le describí confidencialmente todos los eventos que me habían pasado recientemente. Él me aseguró, que después de toda la humillación y sufrimiento que me había traido mi decisión de no matar animales había alcanzado la gracia de Dios, aunque él realmente no entendía cómo. Luego me advirtió que guardara mis experiencias para mí tanto como me fuera posible, porque las personas no me entenderían y podría volver a tener los mismos problemas. Él agregó, que los milagros suceden a diario, pero que nosotros apenas los notamos ya que nuestro mundo está vacío de corazón y sumido en el materialismo. Mi esposa no entendió todos los eventos. Ella estaba segura de que yo estaba enfermo. Entonces recordé el refrán de Jesús: Si realmente crees y confías en mí y en Dios, simplemente ponte de pie y márchate. Comencé a preguntarme insistentemente a donde debía marcharme, pero no obtenía ninguna respuesta. Sólo lo supe cuando realmente lo hice. Me divorcié, dejando la casa y todas mis pertenencias a mi esposa e hijos.
¿Cómo se sintió físicamente?
Después de mi cambio muchas personas me dijeron que si yo no comía carne me enfermaría debido a ciertas deficiencias de vitaminas. En mi tránsito a la comida vegetariana me puse más ligero, más activo y con mucha más energía vital. Puedo afirmar que mi subconsciente y conciente empezaron a actuar completamente diferente. Muchas personas pensaron que yo estaba enfermo, pero la verdad es que yo nunca me había sentido tan bien en mi vida. Dejé todas las medicinas prescritas para mí en el hospital. Cuando se los dije a mis doctores, después de un año y medio pidiéndoles
explicaciones, ellos se quedaron mudos. Si las personas supieran cuánto veneno toman con cada medicina, ellos lo considerarían cuidadosamente antes de tomarlas. Me intriga el que las personas no se cuestionen respecto a cómo es que nuestros predecesores consiguieron vivir hasta muy viejos sin conocer ninguna medicina que no fuera la natural. Es interesante cómo yo solía despreciar a los vegetarianos. Cierta vez, en mis '' tiempos del carnicero '', yo y mis colegas comerciales fuimos de visita a una granja en Dolenjska donde sólo se producía bio-comida. Todos ahí eran vegetarianos.
Yo le susurré a mi colega que mejor nos fuéramos a alguna otra parte ya que no podía seguir mirando a '' los esqueletos ''. Se me hizo agua la boca cuando vi los corderos domésticos en el asador delante de una taberna cercana. Después nosotros los comimos con gran apetito.
¿Usted notó los cambios más positivos después de dejar ese sangriento trabajo?
No he odiado a ningún ser viviente desde que decidí empezar mi nueva vida. Sobre todo recuerdo a mi cachorra Pika. Ella se puso tan contenta porque yo había cambiado que desde ese día nunca nos separamos. Cuando dimos un paseo por el campo, yo noté el agradecimiento en sus ojos, un gesto que muchas personas no podrían entender. Ella me confortó a menudo, cuando estaba sumido en el dolor y se aferró a mí, cuando estaba deprimido.
¿Alguna vez se sintió tentado de matar a un animal?
No, para nada. Hoy en día ni siquiera puedo matar una mosca, porque también tiene derecho a vivir. Tal como dije, adoro la creación. Mi oración de la tarde es: envío mi amor a todas las personas, a mis hermanos y hermanas y a toda la creación, dada a nosotros por Dios que dijo: Amaos los unos a los otros.
La Iglesia sostiene que ese mandato de Dios: ¡No matarás! se refiere sólo a las personas. ¿Qué
diría respecto a eso?
Yo conozco a un ex sacerdote e historiador religioso que estuvo de servicio en Roma durante unos años. Él me dijo que comió más carne ahí que en su vida entera. A la iglesia realmente no le interesa su propio mandato: ¡No matarás! Las guerras más sangrientas que la humanidad ha conocido, han estallado y todavía estallan en el mundo en el nombre de la religión o debido a ella. ¿Cómo podemos esperar que ese mandato sea aplicado a los animales, si no se aplica a las
personas? Si el mandato fuese respetado por todos, el mundo no necesitaría de sacerdotes ni de estado o de líderes religiosos, porque todo marcharía de acuerdo a leyes naturales que son inagotables y eternas. Como la Iglesia y sus líderes, así como los líderes del mundo no quieren obedecer este mandato, debido a los beneficios y su manipulación de las personas, me cuesta mucho trabajo creer que toda esta matanza se acabe pronto. Sin embargo, creo que Dios y las leyes de la naturaleza son lo bastante fuertes, y que hay personas en este mundo, incluso sacerdotes, que están
despertando su conciencia día a día. Con su ayuda nosotros cambiaremos el mundo lentamente de vuelta hasta su estado natural. El mal fue creado por el hombre, no por Dios, por consiguiente, nosotros tendremos que eliminarlo solos, ya que nosotros fuimos su causa. Debo decir, que después de mi cambio yo comprendí que las personas realmente no necesitan de altares e iglesias donde los sacerdotes manipulen a las personas. Un proverbio dice: Dios no te preguntará cuántas veces te reuniste con las masas, él estará interesado en tus actos. La fe en Dios no es bastante, es necesario ser activo. El propio Dios no hará nada. Tendremos que desenraizar la maldad por nosotros mismos.
¿Qué hace usted en estos días?
Establecí una sociedad para ayudar a personas que sufren. De muchas maneras diferentes ayudo a las personas que tienen problemas. Habiendo experimentado muchos momentos difíciles, puedo entenderles y ayudarles de diferentes formas. Me dediqué a la naturaleza y a vivir en ella, por eso es que comencé a recoger hierbas medicinales. Ahora sano con ayuda de la bioenergía. De esta manera yo he tratado muchas enfermedades que no podrían sanarse mediante medicina oficial. También trabajo en mi desarrollo espiritual y usando mis propias experiencias ayudo a personas que han
caído en el sufrimiento a causa del moderno estilo de vida, y que están buscando nuevos caminos. También soy activo en el campo cultural. Estoy muy agradecido de Dios por enviarme a este mundo a desarrollar todas estas cosas. Experimenté muchos momentos bonitos, inolvidables. Acepté todas las pruebas como mi destino, luché y salí victorioso. Ayúdate tú mismo y Dios te ayudará, ese es uno de los proverbios más verdaderos.
Disfruto también mucho de las variadas habilidades del arte manual. Me gusta hacer todo tipo de productos, capillas entre otras cosas. Especialmente aprecio el tiempo de Navidad. Todos los años hago una cuna grande en memoria de mi nuevo camino. Junto a Dios y María puedo experimentar el nacimiento de Jesús, a quien nosotros podemos ver en cada ser
viviente y en la naturaleza, si así lo deseamos.
Tolstoj dijo, que las personas se seguirían matando mientras existieran los mataderos. ¿Cómo
usted comentaría esta declaración?
Lo diré de una manera un poco diferente: La sangre correrá hasta que el hombre se haga conciente de que Dios creó a los animales para ser sus amigos. No sólo la sangre animal si no que también la humana. Primero debemos elevar nuestra conciencia espiritual, y entonces los mataderos desaparecerán automáticamente de la Tierra. Las personas no comerán más la carne, por consiguiente no será necesario matar a los animales ni destruir la naturaleza así como todo aquello
que nos fue dado por Dios como un presente.
Para más información sobre Peter Razpet por favor contáctelo en alvador@mail386.com o llame al
00386 41 312 698.
*Entrevista realizada por Damjan Likar de la Sociedad Eslovena por los Derechos Animales. (Slovenia)
Contacto por mail damjan.likar@t-2.net
Traducción al Castellano: Alejandro Steve Ayala Polanco de Homo Vegetus. (Chile)